sábado, junio 02, 2007

Carta al Director. El Pais, 01.06.07


Violencia de género policial.


Entonces resulta que da igual el color del partido que gobierne, ya sea talantoso, tripartito progresista, PP belicoso. La violencia policial, santo y seña franquista creíamos, no cesa, escala. ¿Recuerdan el “No a la guerra”? ¿Estuvieron en la calle, en Madrid por ejemplo? ¿Recuerdan los videos? ¿Saben con que impunidad le puede pegar un funcionario armado a una señora con su porra en la boca? (Esa imagen no me la saco de la cabeza). ¿Recuerdan la sentada (sí, sentada y punto) de los de una vivienda digna en Madrid hace muy poco? ¿Saben la cantidad de palos que les cayó? ¿Saben ustedes cómo pegaron en Malasaña? ¿Saben cuántos heridos policías y sin embargo cuántos chavales con la cabeza abierta? ¿Han visto las imágenes de las palizas de los Mossos de Barcelona? ¿Saben la edad media de nuestros policías, por ejemplo Mossos y municipales de Madrid? La media me temo, dice que se han criado en España constitucional. ¿Han hablado últimamente con policías en la calle? ¿Han hablado con ellos siendo joven, como ellos, o estando en Malasaña (dudo mucho que hoy en Kósovo haya un décimo de la presencia policial malasañera)? ¿Han hablado con ellos siendo moro, negro, prostituta, toxicómano? ¿Han hablado siendo ustedes mismos? No pueden estar quemados nuestros jóvenes policías porque no les ha dado tiempo. ¿Es producto de la calle que es hoy una jungla salvaje y no hay más remedio que la contundencia policial? ¿Es irrelevante que nunca pase nada? ¿Que un policía pueda pegarle a un ciudadano en la calle en tantas situaciones? ¿Es sensato que se comporten y hablen como hablan esos jóvenes armados? ¿A este estado también le da igual/le conviene? ¿Le gusta a todos los estados? Será/es un asunto multifactorial, pero cada vez que oigo cómo hablan a la gente en la calle o alguno de esos nuevos jóvenes policías se dirige a mí no puedo dejar de pensar en el Fracaso Escolar. No obstante la rabia y la frustración que disfrazan con chulería y macarrismo suburbial no sé de dónde procede.


Álvaro Rodríguez Marín (Madrid)

No hay comentarios: